Y digo yo que… esto del crédito suele ir asociado al dinero, ¿no?. Es ese concepto que forma parte de un producto bancario al que en determinadas ocasiones (unos más que otros) solemos acudir para afrontar contingencias de falta de monetario. Y ahí está el banco para determinar si el crédito puede concederse en función del que tú ofrezcas al banco. Si no eres creíble no valen los juegos de manos, te quedas sin el crédito.
Son habas contadas. ¿No tienes crédito?: no hay crédito. Y si por cualquier circunstancia lo consiguieras mediante algún artilugio o maniobra artera, vaya con mentiras quiero decir, que convenciera a los hombres del puro, pero que fuera ficticio, a la primera cuota impagada se te corta el crédito y se te aumenta el descrédito con lo que empeoran las posibilidades de acudir nuevamente a la confianza del banco a pedir árnica dineraria.
Los españoles banqueros
Pues eso, que nosotros somos el banco, pero casi no sabemos de números y, claro, nos la dan con queso en muchas ocasiones. Demasiadas ya, diría yo. Nuestra moneda papel: el voto, lo fiamos confiadamente ante promesas que no recurrimos cuando aparecen los impagos y el voto inmaculado que se depositó en las urnas va adquiriendo matices negruzcos y desacreditados por mor de las mentiras que se suceden en los políticos protagonistas de la época.
Sí, los políticos nos la dan con queso y no pasa nada. Al incumplimiento de promesas electorales ya estamos acostumbrados y raro es el programa de ningún partido que se respete íntegramente. Ya creo que eso está superado por la opinión pública y los gobernantes ya han conseguido que se conviertan en “pecadillos” comunes que no merecen más que algún comentario en los breves de la prensa. Eso no les afecta al crédito. La ideología siempre vence a la realidad.
Pero cuando alguna oferta, promesa o compromiso no se cumple y no está sujeta a condicionantes externos que impiden su cumplimiento, digo yo que eso se parece enormemente a lo que conocemos por mentira. Vamos, a mi me suena igual. Puedo entender que alguien planifique una estrategia determinada y, después, en función de factores no previstos el objetivo se vea modificado, pero siempre considerando que el anuncio de la estrategia responde a la sinceridad y a la verdad de quien la proclamó en su momento.
Crédito político
Humm, de acuerdo, sinceridad y verdad en política… Bien, en la POLÍTICA las compro, ahora en la que campea actualmente ya me perdonaran pero no las veo, y ello hace que la desafección sea cada vez mayor porque ya no vemos que no se puedan cumplir las promesas, sino que impertérritos asistimos a giros radicales, de 180 grados, ante flagrantes mentiras.
Naturalmente tal desfachatez nos es patrimonio de una única formación política o de su representante. Todos practican el engaño con mayor o menor éxito y/o, digamos, finura. Pero toca a quien toca y hoy el protagonista debe ser el ínclito (no tendrá queja del adjetivo) Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, que pasará a la historia por haber exhumado el cadáver de Franco, según dice. La historia hablará de ello, sí, pero mucho me temo que pondrá más énfasis en las mentiras que, antes y después de acceder a la Jefatura del Gobierno, protagonizó.
Ya saben, son archiconocidas y resultan ya aburridas por reiterativas. Solo un sucinto y extractado recordatorio: la de no dormir si pacto con Iglesias, de pactar con Bildu ni hablar, de los indultos ídem de ídem, lo de Catalunya fue una sedición de libro, etc, etc etc. No sigo porque el objeto de estas líneas no es plasmar el listado que debería avergonzarle.
Hablaba del crédito, de eso que, al menos para mí, ya está desposeído el actual inquilino de La Moncloa. Pero es que la conclusión es que aquí nunca pasa nada, el Banco en quiebra continua ofreciendo crédito a pesar de los impagos y nuestra memoria es tan de piscifactoría que volvemos a lavar la papeleta del voto y…”pelillos a la mar”
Ya te digo, Pedro, estate tranquilo que no eres el único. Ojalá fueras el último, eso sí.
2 comentarios
pues… tens tota la raó, si em permets afegir quelcom… ets molt “condescendent”
crec que cal posar penalitzacions importants als polítics, no els pot sortir gratis
M’inclino a pensar que Pedro Sánchez va tenir prèviament uns grandíssims mestres de la mentira i el descrèdit, com varen ser en Mariano Rajoy i el Aznar.
Tot plegat fa bastant fàstic. I va a pitjor.