La teoría sintérgica

Todo lo que existe, lo hace porque lo podemos percibir, medir o cuantificar. Nos acercamos así a la teoría sintérgica que es objeto de esta reflexión.

Visto de esta manera, el mundo podría ser generado por la percepción que nuestra mente tiene de él. Si algo no puede ser percibido, no se considera su existencia. Aquí podríamos hacernos a nosotros mismos la siguiente pregunta: ¿Y si la realidad no existiese hasta el momento de ser observada? 

La doble rendija

Aquellos que se anticipen y ya intuyan que nos encontramos ante un balaustre metafísico o filosófico, serán devueltos al paradigma científico de la mano del famosísimo experimento de la doble rendija.

En este experimento se dispara un haz de partículas subatómicas, concretamente fotones. Estas partículas se proyectan sobre una plancha con dos rendijas paralelas. La dispersión producida por los impactos se dispersa de manera estadística en un patrón circular no homogéneo en la lámina fotosensible colocada detrás de las rendijas. 

Este resultado es siempre igual con una notable excepción. En el momento que los científicos observan el desarrollo del experimento en lugar de esperarse, el resultado de esta prueba tan sencilla varía notablemente. Cuando existe un observador o se intenta supervisar el experimento in situ, el resultado final es que los electrones aparecen duplicados dejando un patrón imposible sobre la lámina fotosensible. Imposible a no ser que las partículas pasen al mismo tiempo por ambas rendijas.

Este fenómeno replicado en numerosas ocasiones está demostrado, aunque desconocemos que mecánica lleva a que las partículas cambien de comportamiento en presencia de un testigo. En todo caso podemos afirmar que el observador influye en lo observado.

También en los sueños percibimos una realidad alternativa a la percibida en vigilia y, además, esta realidad solamente puede ser percibida por el observador. En este caso el observador no solo influye en lo observado, lo crea.

Tal como formula el mexicano Jacobo Grinberg en su teoría Sintérgica, existe una posibilidad que él estudia, de que la consciencia sea una propiedad natural del universo, de que exista por sí misma.

El neurofisiologo y psicólogo citado define en su teoría, si imaginamos que el universo es solamente una matriz de datos, una gran base de datos en la que nuestra mente actúa como un proyector, todos y cada uno de nosotros estaríamos creando la realidad al tiempo que la percibimos. En otras palabras: nosotros seríamos partícipes de la existencia misma.

La teoría de este profesor universitario y autor de más de 50 libros podría parecer algo excéntrica, pero igual que antes hablábamos del experimento de la doble rendija, hay otros enigmas científicos que podrían tener solución según esta teoría.

Entrelazamiento cuántico

Otro fenómeno muy controvertido es el del entrelazamiento cuántico, en el que una partícula influencia el estado de otra instantáneamente, es decir en tiempo 0 aunque estén a años luz de distancia.

Einstein intentó rebatir el entrelazamiento cuántico en numerosas ocasiones e incluso se burlaba de ello llamando a este fenómeno la “acción fantasmal a distancia”, ya que la relatividad impide que ninguna información ni energía viaje más rápido que la velocidad de la luz en el vacío. Posteriormente y sin hallar una explicación, el entrelazamiento cuántico fue demostrado científicamente.

Pero si abrazamos la teoría sintérgica y entendemos el universo como un gran banco de datos del que solamente hay que descargar la información, ¿qué importaría la distancia ni la velocidad? Las dos partículas estarían conectadas a la información relativa a sus estados y simplemente proyectarían ese estado como resultado de su actualización. Esa información relativa al estado no necesita viajar a ninguna distancia ni en ninguna dirección.

Tal como describe Grinberg, percibimos la realidad de forma que se acomoda a nuestra consciencia. Por eso las mismas experiencias vividas por distintos sujetos se perciben de manera distinta.

Ya para finalizar, esta teoría habla también de que debe haber una unidad de consciencia que conecta todas las mentes. Jung coincidía con esta idea tal como relata en sus disertaciones sobre la “mente colectiva” y “el mundo de las ideas”. Personalmente, como ya he explicado en otros trabajos y por mi experiencia como tarotista, defiendo esta realidad.