Y digo yo que… a ver si ahora que empezará la campaña electoral de manera legal se nos ofrece algo nuevo al respetable y, efectivamente, se demuestra el respeto hacia los votantes que somos uno de los pilares de la democracia. Cada cual que establezca el ranking, pero sin la mano que introduce el voto…. Así que, eso. Un respeto.
Sería interesante que, a partir de mañana, día 7, pudiéramos empezar a escuchar propuestas de calado, alejadas de la lucha partidista y presididas por el interés en favorecer el bien común. En ocasiones, y no en pocas, tengo la sensación de que los intereses son más de tipo personal y partidista que generales a la hora de exponer programas, a pesar de que, claro, el “interés general” no se cae de la boca de la clase política.
A por las propuestas
Hasta el momento pocas han sido las propuestas concretas que las diferentes formaciones políticas que concurren a las elecciones han desvelado. Creo recordar las de Sumar y el Partido Popular y es posible que me deje a alguien más. A lo mejor es que la ortodoxia repentina ha hecho que, desde luego, hay que cumplir con los plazos y hasta que no estemos en campaña, nada de hacerla. Es posible. ¿sí? Noooo, ay esa ingenuidad mía. Siempre me persigue.
Como pre partido hemos asistido durante estos últimos días a un cierto traslado de los foros en los cuales promocionarse, como si de un estreno cinematográfico se tratara. Los líderes políticos se han convencido de que acercarse a los medios de comunicación les cubica. A Pedro Sánchez más que a las convocatorias populares, al menos de momento.
Pero es curioso que, antes que al medio, la elección se ha enfocado hacia el periodista. Uno recuerda las apariciones de los líderes en entrevistas en los Telediarios de las diferentes cadenas generalistas. Hoy no se habla de Televisión Española, Antena 3 o Telecinco. El objetivo es Ana Rosa Quintana, Pablo Motos, Carlos Alsina, Jordi Évole, estrellas mediáticas que atesoran grandes audiencias.
Entrevistadores entrevistados
Y la consecuencia de tal adoración por los “líderes de opinión”, periodistas al frente de programas al fin y al cabo, es que la concepción del término entrevista ha empezado a mostrar diversas caras que puede tener. Al modo “pregunta-respuesta” se está imponiendo el “bienvenido, vamos a debatir”. Hay quienes lo aplauden y hay quienes lo critican, pero al debatir con el periodista se divide por dos (no se si a partes iguales) la entidad del personaje y en ocasiones queda por encima el del entrevistador/a. No sé, quizá por ventura se pretenda eso también.
Como quiera que los medios de comunicación pertenecen a grupos mediáticos de ideologías e intereses distintos, con mayor o menor afinidad con el poder establecido en cada época, las entrevistas-debate se conducen también con mayor o menor comodidad para los entrevistados.
A veces nos olvidamos de que la principal función de la prensa es la de fiscalizar la actividad de quienes gestionan la sociedad en la que se mueve. Fiscalizar implica en ocasiones criticar y no debe confundirse con animadversión apriorística.
Peleas mediáticas
La tentación de criminalizar a los medios de comunicación por parte de quienes se ven afectados por la crítica podría hasta entenderse, aunque no se compartiera, pero la estrategia de divide y vencerás parece tener resultados. Pisarse la manguera ya cambia. La dueña de las mañanas en la Cadena Ser, Àngels Barceló arremete hoy contra el de las mañanas en Onda Cero, Carlos Alsina, y le acusa de entrevistar con “soflamas mañaneras con cierta inquina y, en algunas ocasiones, faltando a la verdad”
Alsina ha retado a la periodista catalana a un “cara a cara” para debatir sobre el particular. Ya está liada. A vueltas con el mensajero. Y ellos piensan: Bien, los tenemos donde queríamos, ahora vámonos de campaña.
2 comentarios
Como es habitual en tus artículos de opinión, la clavas.
Como decía la protagonista de la película “Stigmatta” en una conocida escena: “Il messaggero non è importante”
Una oportuna y sensata reflexión. Hacen falta más voces de la razón – como ésta.