Y digo yo… que en ocasiones hay frases que resultan evocadoras y este podría ser el caso de “la larga agonía de los peces” que protagonizara Joan Manuel Serrat en el año 1970. Recordando el título de esa película de Rovira Beleta aparece asociada de repente la situación, a mi juicio agónica, en la que se encuentra el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.
Es difícil comprender el por qué, después de todo lo que se ha descubierto en los últimos días, el presidente del Gobierno no tomó ya las de Villadiego. No hace falta decir que por mucho menos, presidentes y/o figuras relevantes de la política europea dimitieron de sus cargos por escándalos de mayor o menor calado que afectaban a su persona o a su gobierno (Boris Johnson, Berlusconi, François Fillon, y un largo etcétera).
Ignorantes, que no ingenuos
Partiendo de la ignorancia que uno posee, pero exento de ingenuidad, me cabe pensar que la resistencia al abandono solo se debe al desmesurado anhelo que le caracteriza de mantener su puesto contra viento y marea; aunque no hay que despreciar otras teorías que apuntan a serias implicaciones que puedan salpicarle en los próximos días como consecuencia de las tropelías que sus estrechos colaboradores se han dedicado a propagar, después de atesorarlas como oro en paño, en sendas, machistas, obscenas y despreciables grabaciones.


Está por ver lo que declararan en sede judicial la próxima semana Koldo y Ábalos. Yo estoy convencido que Sánchez ya lo sabe.
Nosotros no, pero él sí. Su debilidad frente al que fuera su secretario de organización no viene de ayer, como tampoco es creíble (al menos para mi no cuela) que la decepción personal ante los comportamientos de sus dos números dos del partido, haya sobrevenido de improviso. Ha hecho un año de los cinco días de reflexión que Sánchez se tomó. Lo dicho: para mí que el olor a podrido ya le llegaba entonces.
¡Y tú más!
Vaya por delante que este comportamiento y la resistencia poltronera no es patrimonio suyo, y la corrupción tampoco es ahora achacable exclusivamente a la izquierda, como no lo es únicamente a la derecha. Por desgracia la política está trufada de elementos que se sirven de ella en beneficio propio y lo de menos es la ideología que dicen defender. No obstante, parece que es cada vez mas evidente la obscenidad de que aparezca la corrupción en la izquierda que en la derecha, donde, como el valor en la mili, se da ya por supuesta.

Ahora se entra en el periodo de estrategia política para capear el temporal y procurar que los daños en la flota sean los mínimos. Uno de los métodos más viejos y extendidos es el del “y tú más” que los políticos (también tertulianos y opinadores) practican sin rubor alguno, como si echar mano de la retroactividad en el calendario disminuyera en algo la gravedad de los hechos de la actualidad. Decepcionante. Entre otras razones porque aún están seguros de que con ello convencen a la ciudadanía de no sé qué cosa y la tomadura de pelo se practica con impunidad. Lástima que esto último no esté reflejado en el Código Penal.
Mala pieza en el telar
Eso es lo que tiene Pedro Sánchez ante sí. No seré yo quien le desee lo peor, políticamente hablando, es decir la dimisión por ser un corrupto. Entre otras cosas porque no tengo elementos para juzgarle ni es esa mi función. Aún así lo veo mas fuera que dentro.
Quienes están día a día atentos a la actualidad política con sus medios de comunicación, y pulsan el devenir y porvenir de las diferentes opciones políticas del país coinciden en que “su” situación es insostenible. Que ello se diga desde la prensa crítica por sistema no sería demasiado grave, por esperable. Lo que ya es más inédito es el progresivo desmarque que medios siempre afines están demostrando en sus titulares, crónicas y editoriales. Todo ello si contar con el continuo funambulismo que ha de practicar con sus socios de gobierno, hambrientos e insaciables.
Hay cosas que son indefendibles (hoy y ayer) y algún tertuliano/a televisivo y radiofónico se las ve y se las desea para erguir la cabeza,
5 comentarios
Excelente articulo, querido Jandro.
Yo me permitiría añadir que la política “por ideales” ha desaparecido ya. Los niveles de corrupción, las mordidas, los favores… están ya tan a la orden del día en todos los partidos que, aquel que quería dedicarse a la política para ayudar a la ciudadanía, se ha acabado dedicando a otra cosa
Suscribo. TAF
M’ha semblat un escrit molt ben fet, i un bon anàlisi de l’actualitat política. Amb un punt d’humor (a la drecha se le supone la corrupcion, como el valor en la mili). Per mí, allò més greu, però, ha estat el seu discurs populista, sempre intentant manipular al ciutadà mig….. Quin fàstic!!
Por desgracia estamos pagando los errores.Siempre los mismos .Los ciudadanos de a pie.Ellos se van de rositas
Yo no entiendo de política pero me gusta leer lo que escribe Jandro pero meda asco oír a los políticos de este país .i me preocupa el país que les vamos a dejar a nuestros nietos