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¿Ambicionas o envidias?

por Jandro Olmo
3 min. de lectura

Y digo yo… que la ambición y la envidia tienen algunas similitudes, pero, en principio y ante nuestros ojos, se diferencian de manera ostensible en función de sus orígenes y sus consecuencias.

Una similitud entre ambición y envidia podría ser que ambas implican un deseo intenso por algo que uno no tiene. Tanto una como la otra pueden motivar a las personas a trabajar duro para lograr sus objetivos o para adquirir lo que desean.

Podrían parecerse también en tanto que la ambición como la envidia pueden llevar a la comparación social. Quienes tienen altos niveles de ambición o envidia a menudo se comparan con otros, ya sea para medir su éxito o para encontrar formas de superar a los demás.

¿Ambicionas o envidias?

Sin embargo, también hay diferencias importantes entre ambición y envidia. La ambición es una emoción que se enfoca en la realización de metas personales, mientras que la envidia pone el punto de mira en lo que otros tienen. La ambición puede ser una emoción positiva que impulsa a las personas a alcanzar sus objetivos y lograr su máximo potencial, mientras que la envidia puede ser una emoción negativa que causa resentimiento y frustración hacia los demás. Y no solo en los demás sino en uno mismo, que se convierte en esclavo de ella.

De los dos conceptos, la ambición es el que posee mayor predicamento en sentido positivo, aunque tambien se le asocia con características negativas como la avaricia y la falta de escrúpulos para conseguir lo que se quiere. Así podríamos incluir en este apartado a la codicia, el egoísmo, la falta de ética y la avaricia. Estas características desembocan normalmente en comportamientos destructivos, como la manipulación, el engaño, la explotación y el abuso de poder.

ambición

La codicia puede hacer que alguien se vuelva obsesionado con el dinero y los bienes materiales, sin importar las consecuencias negativas que esto pueda tener en los demás. El egoísmo lleva a centrarse solo en uno mismo y en los propios intereses, sin importar las necesidades y sentimientos de los demás. La falta de ética puede llevar al engaño y la manipulación de otros para conseguir lo que se quiere. La avaricia puede hacer que alguien acumule recursos y poder solo por el hecho de tenerlos, en lugar de utilizarlos para el bien común.

Ambición para bien

A menudo se asocia a la ambición con características negativas como la avaricia y la falta de escrúpulos para conseguir lo que se quiere, pero también tiene valores positivos que pueden impulsar a las personas a alcanzar sus metas y tener éxito en su vida personal y profesional.

Miremos a la ambición como un motor de motivación para alcanzar objetivos y superar desafíos. Es una fuerza que motivsa a las personas a hacer más, a ser más creativas y a explorar nuevas ideas y oportunidades. Esta ambición puede conducir a un mayor logro personal y profesional, así como a un mayor desarrollo personal.

Además, la ambición también puede fomentar la perseverancia y la determinación en la consecución de objetivos. Las personas ambiciosas están dispuestas a trabajar duro y perseverar a pesar de las dificultades, lo que puede ayudarles a superar obstáculos y alcanzar sus metas.

También puede convertirse en una fuente de inspiración para otras personas. Los líderes ambiciosos pueden motivar e inspirar a otros a alcanzar sus metas. La ambición puede ser contagiosa, servir como espejo para otros en el sentido de trabajar más duro a imagen del ambicioso.

Envidia, la mala

A la envidia le ocurre algo similar a la hora de juzgarla. Como en todo, es saludable ejercer la mesura y analizar las aristas que suelen conformar todo axioma y buscar la escala de grises. Por ello cabría decir que la envidia es una emoción compleja y a menudo negativa que surge cuando alguien siente que otra persona tiene algo que él o ella desea. A menudo negativa, si, pero…

envidia

Hablamos de algún bien material, una cualidad personal, una habilidad o un logro. La envidia se caracteriza por sentimientos de resentimiento, amargura y frustración, así como por pensamientos y comportamientos negativos hacia la persona envidiada. A final acaba afectando también la autoestima y la percepción de uno mismo. Es, mayormente, una emoción tóxica y destructiva si no se maneja adecuadamente.

En el lado poitivo de la envidia deberiamos considerar, por ejemplo, el sentido de la competitividad que puede impulsar a las personas a trabajar más duramente para alcanzar sus metas, O la autoevaluación que puede ayudarnos a evaluar nuestras propias fortalezas y debilidades al compararnos a los demás.

Entonces, qué… ¿Ambicionas o envidias?

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