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Amnistía para mí

por Jandro Olmo
3 min. de lectura

Y digo yo… que empieza a ser cansina toda esta puesta en escena de negociaciones sobre la amnistía que no acaban nunca y el teatro político que quiere ser de altura pero que se convierte en un ir y venir de pretendidas conversaciones ideológicas que, a la postre, acaban por encallarse cuando se trata de dilucidar lo nuclear, que no es la amnistía en términos de macro justicia sino en el “¿qué hay de lo mío?”.

Amnistía para mí

Entre tanto, y para mí con un muy poco sentido de la responsabilidad, las partes marean la perdiz y la ciudadanía va calentándose. La radicalización de la calle parece que les importa poco. Muy al contrario, a más de uno le viene bien alimentar las protestas, en este caso de quienes no están a favor de la amnistía que se negocia y que, a pesar de todo, ya está prácticamente lista para ser votada en el Congreso.

¿Qué hay de lo mío?

Faltan flecos, claro. Están pendientes los asuntos vergonzantes que deben quedar absueltos y resueltos aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que, en la futura “Ley Orgánica de Amnistía para la convivencia institucional”, que así se denominará, se pretende incorporar y que poco o nada tienen que ver con el proceso independentista.

Amnistía para mí

Que el perdón para Carles Puigdemont está fuera de toda duda es algo sabido y para mí que fue el primer asunto a tratar por los negociadores cuando se sentaron a la mesa. Vale, ningún problema, concedido y pasemos a otro punto. Si, si, pero está también lo de Laura, la metemos ¿no? Hombre Carles, que lo de Laura es de libro, que hay grabaciones para trocear un presupuesto y eso ni puede entrar ni con calzador, ¿qué tiene que ver con el procés? Pues nada, lo tenemos mal, mirad de arreglarlo porque de otra forma no avanzaremos. Ahí está el tema Boye, mi blindaje a futuro, el caso de fulanito, el de menganito…

Es curioso observar los argumentarios de las diferentes organizaciones políticas. No sólo por la disciplinada obediencia a la hora de manifestar su literalidad por parte de los políticos, sino por lo cambiante del fondo en función de los tiempos que manejan o de la situación en que cada partido se encuentre, sea gobernando, a punto de gobernar o en la oposición. Cuando Núñez Feijoo se tomó casi un mes para contactar con el resto de fuerzas políticas buscando apoyo para su investidura las críticas de los socialistas eran furibundas. Hoy, como no podría ser de otra manera, son inaceptables cuando apuntan al PSOE, que extiende como un chicle los plazos para llegar a ella.

De nuevo la división

Este país mantiene en su cadena de ADN el eslabón segregacionista del entendimiento social y a nadie, o a casi nadie, parece importarle las consecuencias que la potenciación de que esa anilla se suelte una y otra vez. No aprendemos de la historia. Nada más lejos de mi intención el cuestionar el derecho de reunión, de manifestación, de protesta o de cabreo. Cercenarlos sí que es retroceder en lo conseguido. Lo que es del todo cuestionable es la utilización partidaria de esos derechos y la irresponsabilidad de algunos a la hora de ejercerlos.

Amnistía para mí

Y la calle se calienta. Como siempre los extremos se tocan y se parecen tanto que no sería necesario etiquetarlos. Son los mismos con idénticos intereses: liarla. Me refiero, claro está, a quienes aprovechan las concentraciones de protesta para convertirlas en batallas campales. Los disturbios de estos dos días en Madrid tienen por autores a los mismos que protagonizaron los del otoño de 2017 en las calles de Barcelona. No entraré en evaluar la gravedad de unos u otros. El caso es que los “ultras” de biberón y los CDR (¿o eran antisistema únicamente?) me producen idéntico rechazo.

En ambos casos cabría preguntarse: ¿a quién beneficia todo esto? Algo no estáis haciendo bien, gobernantes. Deberíais apaciguar, no exasperar.

2 comentarios

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José Ramon Casas 09/11/2023 - 13:59

“Yo estoy a favor de la amnistía, de la amnistía a los policías que vinieron a dar hostias aquí. Y a la cúpula del PP también. Soy una persona de buen corazón. Amnistía para todo el mundo, también para los periodistas que nos decían que éramos unos hijos de puta y unos supremacistas y unos mierdas. O a los jueces que querían entalegar medio Catalunya” (Albert Pla)

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Ana Borreguero 09/11/2023 - 21:48

La politica no es solo cansina, que lo es y mucho, es decepcionante, exasperante, indignante e indigerible. Nadie puede esperar una coherencia ni una lógica a partir del momento en que ésta se trastoca según la conveniencia de turno. Y los que hoy braman por considerar que los adversarios se han vendido por un plato de lentejas y que hay alianzas vergonzosas, hace cuatro dias pactaron con el mismisimo diablo.
Y asi es el día a día en nuestra avanzadísima sociedad en la que ya no somos capaces de discernir quién es el bueno o el malo de la pelicula, porque cuando te crees que has acertado, te cambian el final y resulta que el asesino ya no es el mayordomo.
Han convertido la política en un gran lodazal, pero no hay que preocuparse porque, por arte de birlibirloque y según los intereses del momento, el lodazal se convertirá en un remanso de aguas cristalinas. Y siempre habrá quien se lo crea y llegue incluso s beber de sus aguas.

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