Y digo yo… que líbreme la arquitectura universal de vender consejos que, a buen seguro, para mí no tengo. Y mucho menos si he de referirme al debate “cara a cara” que esta noche, 10 de julio de los corrientes, tendrá lugar entre el campeón y el aspirante, léase el actual presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.
Para eso cobran, y me imagino que bien, los numerosos asesores, equipos de campaña y “coachs” que rodean estos días a los dos líderes políticos, aconsejándoles en todos los aspectos a tener en cuenta cuando se trata de afrontar una pelea dialéctica en el ring mediático que espera congregar a una audiencia espectacular. Eso parece, sí, aunque quizá el interés que hoy despiertan dos horas de charla en pantalla sea menor al de hace unos años.
A la búsqueda de los “highlights”
En efecto. Con la proliferación y el auge de las redes sociales la compresión de las ideas y de los mensajes se ha apoderado de los consumidores de tal manera que hoy se prefieren los “highglights” (momentos estelares) a sesudos razonamientos consumidos en directo. Y es que a lo que se tiende es a convencer por impacto más que por reposado razonamiento. Es más fácil de digerir y no hay que pensar tanto, ¡qué caramba!
Por eso el carácter definitivo de un debate como el que tendrá lugar esta noche en Atresmedia es más que discutible, y los políticos lo saben. Mucho más sus asesores. Se pondrá más énfasis en conseguir, por ambos lados, momentos que puedan pasar a la posteridad de los próximos doce días y que puedan ser explotados mediante las redes, aprovechando los hipotéticos aciertos de uno, los presumibles errores de otro o las genialidades (estas ya más raras) de ambos.
El esfuerzo de los equipos de campaña se centrará más en los próximos días. En el post debate y en la traducción que del mismo se encargará de publicitar la prensa, por medio de encarnizadas tertulias televisivas y radiofónicas en las que se ensalzará cualquier mínimo detalle percibido en el debate con la óptica de cada uno de ellos y ellas. De los tertulianos, digo. Todos presuntamente independientes, pero cada vez más decididamente servidores de la causa que firma sus nóminas.
Por lo tanto, será interesante parar ojo cuidado a las novedades que en materia de lenguaje verbal y puesta en escena personal nos deparen ambos púgiles. Por parte de la organización responsable del debate se ha optado por un escenario minimalista con una mesa rectangular de dos metros y medio en su lado largo y con Sánchez y Feijóo en los extremos. Le será difícil a Sánchez practicar el agobio postural del que abusó en El Hormiguero, invadiendo el espacio del presentador Motos.
No se sabe si los consejos para ambos girarán en actitudes de ataque o de defensa, de riesgo o de moderación. En el universo demoscópico existen infinidad de teorías acerca de qué posturas son más o menos rentables y ofrecen mayores garantías de éxito.
Los papeles cambiados
Diríase que en cualquier confrontación donde existe un campeón y un aspirante, quien debiera esforzarse más y demostrar una actitud combativa sería este último. Sin embargo, asistimos en esta ocasión a un escenario en que los papeles están cambiados. Es el actual presidente del Gobierno el convertido en aspirante, al menos por el 99 por ciento de las encuestas (sí, el uno por ciento es para Tezanos) y Feijóo puede quedar a verlas venir.
¿Qué papeles adoptarán cada uno? Será atractivo observar cómo es su comportamiento ante las cámaras en un evento como el que nos ocupa. A Sánchez la cámara le quiere más. Yo lo sabe.
Me quedo con que lo deseable sería que ambos fueran capaces de iluminar con propuestas serias a quienes les veamos esta noche. Que consiguieran atraer a ese porcentaje de indecisos que se cuenta por cientos de miles, con planteamientos convincentes, basados en la sinceridad, el posibilismo y lejos del postureo. Que, algunos habrá, pero la mayoría no somos tontos, e incluso a los primeros no es bueno que se les trate como tales.
Señor Sánchez, señor Núñez Feijóo, que la suerte y la honradez les acompañe y ¡ah! gracias por no haber firmado exclusiva alguna, que el sábado por la tarde nos quedamos con las ganas.