Y digo yo… que la señora vicepresidenta del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, se ha equivocado de estación. No es que se haya pasado la parada, no. Simplemente se ha puesto a lanzar la noticia fuera de las fechas indicadas, porque las serpientes mediáticas suelen extenderse en plena canícula cuando, además, escasean las noticias y la clase política queda un poco en estado de mansedumbre veraniega. No en época otoñal.
Noticias sí que hay
En este caso la serpiente en la que se ha enroscado Yolanda no pretende satisfacer el vacío informativo que pudiera ser motivo de la suelta de tales ofidios. Muy al contrario, que haber noticias, las hay. Y algunas de gran calado. Del inmediato pasado y del cercanísimo futuro.
Ayer el Partido Popular congregó a un buen número de ciudadanos en Madrid para protestar sobre la más que segura aprobación de una Ley que, con el nombre que sea, certificará la amnistía para los afectados por el “procés” independentista catalán. Sin entrar en el número de asistentes, cosa que desde hace años no es más que la desternillante observación de como las matemáticas no son una ciencia exacta y se ponen al servicio de los convocantes, de los que están a favor y de los detractores.
Por otro lado, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, tendrá el foco mediático en máxima intensidad durante los próximos dos días, en una sesión de investidura a celebrar en el Congreso de Los Diputados que, aunque no se prevé exitosa para el líder conservador, sí que le acarreará portadas de papel, digitales y audiovisuales. Vamos, que se hablará de Feijóo y mucho.
Y Yolanda va i dice: no, de eso nada, no te preocupes, Pedro, que yo le voy a dar un giro al reflector. Yo te ayudo, ya sabes que me tienes a tu disposición, valgo igual para viajar a Flandes que para salir por peteneras.
Cohetes para millonarios
Y como si creyera de verdad que el caladero de votos más importante se encuentra en los seguidores del negacionismo y la conspiración “per sé” y dogmática, va y arremete apocalípticamente contra Elon Musk y “esas personas inmensamente ricas que son conscientes de que nos vamos al carajo y lo que están haciendo es diseñar un plan B, muy restringido, fundamentalmente basado en huir del mundo para protegerse ellos y ellas solas, es el mundo de los cohetes para escapar de la Tierra, es el mundo del metaversoo es también el de sus mansiones fortalezas en Nueva Zelanda“.
Cada multimillonario con su cohete en la puerta de su fortaleza neozelandesa, perfectamente a punto y con el personal de vuelo perfectamente vestido con ropa de Zara. Cómo iba, Amancio Ortega, a perderse tal evento. No tengo claro que se haya conseguido el objetivo de hablar mucho de ello para hablar menos de lo otro. Si, claro, yoa sé que le hago el juego a la galleguiña, pero bueno… A mi me leéis cuatro, cosa que, dicho sea de paso, os agradezco.
Apocalipsis fake
Las declaraciones están ahí y, nuevamente, la manía de tomar por necia a la sociedad se instala en algunos políticos a la hora de abrir la boca. Me parece una soberana tontería y, además, inacabada. Porque ya sería para nota que tales afirmaciones estuvieran avaladas por argumentos basados en la honrada probidad y que no se despacharan en un acto de partido que luego se difunden “urbi et orbi”. Pero es que, muy a mi pesar, la señora vicepresidenta no desvela cual es el planeta de destino. Depende de dónde sea igual me planteo pedir billete para un cohete de esos. Ah, no, que es para multimillonarios.
Que se sepa que todo esto es cosa de Yolanda Díaz y de Sumar, pero también está sujeto a la posibilidad de que no se trate de nada más que de una trastada de la inteligencia artificial que “ataca” en todos los frentes.
Y es que no sólo los multimillonarios tienen un plan B.