Estamos en el segundo acto de la conocida ópera de Giuseppe Verdi, La Traviata. En ausencia de Alfredo, su padre Germont, visita a Violetta. Quiere impedir el matrimonio y le ruega que deshaga la relación con su hijo, puesto que, de no hacerlo, su hija no podrá casarse allá en la Provenza debido al desprestigiado enlace que supondría el de su hermano. Violetta reconocerá la situación y cederá escribiendo una carta de despedida para Alfredo.
Al leer la carta, Alfredo queda desolado y es entonces cuando el padre intenta consolar a su hijo con esta magnífica aria en la que desgrana con gran emotividad los recuerdos de la casa paterna de Alfredo,
La melodía es dulce y nostálgica. Diríase que está cantando una nana para calmar el despecho de su hijo.
Aqui se puede visionar la interpretación que hace el espléndido barítolo italiano, Leo Nucci, en el Royal Opera House (Covent Garden) de Londres, en 1994.
Vamos, ¿por qué no atreverte con ella? Aquí te acompañará el piano en un “play back” donde poder emular a los mejores barítonos del panoramna operístico. Si te gusta cantar es lo que importa. ¡Adelante!
Se dice que Renato Bruson es uno de los barítonos que mejor ha conseguido la técnica vocal y emotiva de esta aria. No en vano es un especialista en el género verdiano. El mejor Germont de su generación, asegura la crítica.
1 comentario
Preciosa aria y magnífica interpretación.
Pero aqui, la defensora de las causas perdidas, no puede evitar sentir una cierta animadversion por Germond, el padre de Alfredo por obligar a Violetta a renunciar a su amor por no causarle ningún problema en su selecto círculo social. Y es que la historia siempre se repite. El sistema de castas de la India que tanto denostamos, tiene un cierto paralelismo con nuestra avanzada sociedad, aunque intentemos disfrazarlo de progresismo.
Al final, el refranero popular del que la madre de servidora condensaba todo un volumen, lo resumiria diciendo: el pez grande siempre se come al pequeño.