Las lágrimas que Nemorino creyó haber visto aparecer en los ojos de Adina eran, en efecto, furtivas. Se hallaban ocultas al común de los mortales y únicamente se le mostraban ante el amor que creía correspondido gracias a una pócima milagrosa que jamás tuvo propiedad mágica alguna. Sea como fuere Gaetano Donizetti compuso la romanza “Una furtiva lacrima” para que se convirtiera en la pieza estelar de la ópera L’elisir d’amore y en un referente del bel canto.
El compositor italiano estrenó El elixir de amor en el Teatro Cannobiana de Milán, el 12 de mayo de 1832 y actualmente es una de las operas más representadas en todo el mundo. Se estructura en dos actos con libreto de Felice Romani. Se sitúa en un pequeño pueblo del País Vasco y el argumento gira en torno a las pretensiones amorosas de Nemorino, un campesino de la zona, hacia Adina, hermosa terrateniente que le parece inalcanzable. Sin embargo la aparición de Dulcamara, un charlatán que vende pócimas curalotodo, hace que Nemorino confié en que adquiriendo una de ellas logrará el amor de Adina sin esfuerzo ninguno.
Pavarotti, el canto fácil
Javier Camarena en el Real
El tenor mejicano, Javier Camarena, está considerado en la actualidad como uno de los mejores líricos del momento y su presencia es requerida en los mas prestigiosos teatros. Especializado en Mozart y en el bel canto nos ofrece aquí una actuación estelar en el Teatro Real de Madrid, donde obtuvo un importante éxito con Elixir. Tras más de tres minutos de ininterrumpidos aplausos repitió la romanza que podemos visionar. Camarena destaca por su tono pulido, notas altas y una impresionante coloratura
José Carreras es Gayarre
Josep Carreras encarna el papel del tenor navarro, Julián Gayarre, en la película “Romanza final” dirigida por José María Forqué. En la película intervienen también, entre otros, Aitana Sánchez Gijón, Antonio Ferrandis, Montserrat Caballé, Verónica Forque, etc..
El tenor catalán ha sido considerado como de los mejores especialistas en el bel canto. Fue uno de los integrantes de Los Tres tenores, formación que junto a Pavarotti y Plácido Domingo cosechó importantes éxitos acercando el canto lírico al gran público entre finales de los años noventa y principios del Sigo XXI. En 1988 creó la Fundación Josép Carreras contra la leucemia, enfermedad que padeció y que le obligo a abandonar los escenarios.
En el video podemos apreciar el buen hacer de Carreras en la romanza de la ópera de Donizetti.
Rolando Villazón, cantante y actor
Méjico ha sido cuna de grandes tenores, como es el caso del citado Camarena o del que nos ocupa a continuación: Rolando Villazón. Toda la crítica especializada coincide en las excelentes capacidades líricas de Villazón, que ha paseado su arte por los mejores y más prestigiosos escenarios del mundo. Su extensa discografía incluye, preferentemente, temas de Puccini, Verdi, Massenet, Gounod y Donizetti.
Rolando Villazón posee, además, unas excelentes dotes interpretativas, como puede apreciarse en esta “lacrima” con que nos deleita en este video. Impresionante la reacción del público que, tras esperar a la última nota de la orquesta y reprimiéndose en largos segundos, estalla en aplausos continuados reconociendo, no sólo la calidad vocal del tenor mejicano, sino también su implicación emocional con la romanza.
Esta es la letra de la romanza:
Una furtiva lágrima
en sus ojos despuntó,
a aquellas alegres jóvenes
envidiar pareció.
¿Qué más voy buscando?
¿Qué más voy buscando?
Me ama, sí, me ama, lo veo, lo veo.
¡Un solo instante los latidos
de su hermoso corazón sentí!
Mis suspiros confundí
por poco con sus suspiros.
Los latidos, los latidos sentí,
¡confundir los míos con sus suspiros!
¡Cielos, se puede morir…!
No pido más, no pido.
¡Ah! ¡Cielos, se puede, se puede morir…!
No pido más, no pido.
Se puede morir…¡Se puede morir de amor!
2 comentarios
Alfredo Kraus,era un tenor al que escuché cuando era pequeña
Reconozco que furtiva sí, pero también más de una, escuchando estas celestiales interpretaciones de quienes considero venidos de otras galaxias. Sin quitar un ápice de mérito a ninguna, yo personalmente me quedo con Pavarotti.
Este aria, junto con tantas otras que existen en el maravilloso mundo de la ópera, son de las que te elevan del mundano suelo para entrar en una dimensión que es difícil explicar con palabras.
Gracias Jandro por estos regalos.