Alfonsina Storni fue una excelente poeta argentina, cuya vida no fue lo que podría llamarse placentera. Mujer de gran sensibilidad se avanzó a su tiempo en lo que se refiere a las reivindicaciones de la mujer. Ejerció el feminismo, si bien en una época que la demostración de la verdadera identidad sexual de la persona topaba con lo establecido. Ella llegó a decir que se consideraba un hombre dentro de un cuerpo de mujer y su salud mental se vio disminuida al pasar por diversas fases de depresión y procesos esquizofrénicos.
Ejerció como maestra y también fue actriz. Fue madre soltera y nunca desveló la identidad del padre de su hijo. Entabló una hermosa amistad con el escritor uruguayo Horacio Quiroga, cuya muerte, también a causa del suicidio, la afectó de tal modo quye apenas un año después de ésta decidió imitar a su amigo para dejar el mundo.
Trágico final
La canción, una hermosa zamba tradicional, nos transporta al momento de su fallecimiento voluntario, trágico y, a la vez, poético. Puso fin a su vida intentando ofrecer la visión más dulce de la muerte, nada menos que introduciéndose lentamente en las aguas del Mar del Plata, después de escribir su último poema, “Me voy a dormir” que envió al periódico “La Nación”. Alfonsina Storni puso fin a su vida a los 48 años, un 25 de octubre de 1938. Aunque sí murió ahogada en las aguas de Mar del Plata, la historia de su paulatina caminata hasta sumergirse en ellas perteneces a la leyenda, más poética que real. Lo ciertyo es que la poeta se arrojó al mar desde la escollera
El tema se debe a la música del pianista Ariel Ramírez y la letra del escritor Félix Luna y ha sido interpretado por infinidad de artistas, cada uno de ellos dotándolo de su estilo particular. Fue Mercedes Sosa quien publicó la canción por primera vez en su disco “Mujeres Argentinas, en 1969.
Yo me atrevo a cantarlo también y me consta la generosidad con que mis amigos aceptan mi versión. A todos ellos se la dedico aunque quizá sea ya patrimonio de mi querida Carmen, cuyos ojos se iluminan cada verano, alguna noche de agosto, escuchando esta canción y musitándola en el balancín de la Luna.
1 comentario
Maravillosa canción y no menos maravillosa interpretación de Jandro, como es lo habitual.
Doy fé del lujo que significa vivirla en las noches mágicas de Luna, pues mis oidos son unos de los receptores privilegiados de tal ocasión.
Un abrazo muy grande para Jandro.